Si cierras los ojos, y te imaginas en una plaza o en una terraza, con un spritz en la mano, escuchando a lo lejos una tarantella y el bullicio alegre de fondo… creo que ya no te queda duda del lugar al que te vamos a transportar

Ese lugar donde los sueños saben a carbonara, huelen a albahaca fresca y suenan a ópera.

Pero esta vez no vamos solo a pasear por una plaza bonita ni a hacernos fotos frente a una torre inclinada. Esta vez vamos a viajar en el tiempo, y vas a poder sentarte en el anfiteatro romano mejor conservado de Europa, donde siglos atrás se sentaban nuestros antepasados…

Y donde ahora, tú y yo, escucharemos Aida bajo las estrellas.

En junio nos vamos a Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, de la Arena, del arte y del vino.